viernes, 5 de abril de 2013
La mano oculta
Este símbolo parece estar ligado a la muerte, de alguna forma...
Es posible que los acontecimientos mas importantes de la historia sean el designio de alguien desconocido, una "mano oculta".
No es casualidad que la mayoría de ellos hayan formado parte de la masonería, algunos fueron verdaderos asesinos en masa.
La muerte no es lo único que los une. Todos cambiaron el curso de la historia de alguna u otra forma, a pesar de las enormes diferencias ideológicas entre ellos.
¿Nuestra historia es una farsa? ¿Todo esta planeado de antemano? ¿Cual es el objetivo final de todo esto?
Podemos sacar algunas conclusiones interesantes y poco creíbles desde el punto de vista al que estamos acostumbrados:
Joseph Stalin
Primero, si lo dicho anteriormente es cierto, podemos decir que aquí no existen las diferencias ideológicas/políticas, no hay division. Se trata de una ilusión, da igual las palabras que usen, el objetivo a largo plazo es el mismo y esta ligado a la muerte y la esclavitud.
En estos casos no hay que juzgar por sus palabras, sino por sus actos.
George Washington
Segundo, la "mano escondida" parece trascender el tiempo, hasta el día de hoy. Sea quien sea que esta detrás de esto, no tiene limitaciones de tiempo y parece usar a las personas de alguna forma. La conciencia que planifica estos hechos parece utilizarlos, sin que la ideología sea un obstáculo. Todos parecen actuar de la misma forma.
Simon Bolívar
Jose de San Martín
¿A donde nos lleva todo esto? ¿Puede surgir algo bueno de la muerte?
Alguien ha sido muy paciente todos estos siglos. Alguien estuvo calculando perfectamente cada acontecimiento histórico, y es una inteligencia muy superior.
¿Para que vale la pena tanto esfuerzo, cual es el verdadero objetivo? No lo se...
Karl Marx
Napoleón Bonaparte
Hay un pasaje de la Biblia que quizá nos de una pista del origen de este símbolo, aunque es posible que solo se trate de una coincidencia:
Éxodo 4:6 Le dijo además Jehová: Mete ahora tu mano en tu seno. Y él metió la mano en su seno; y cuando la sacó, he aquí que su mano estaba leprosa como la nieve.
4:7 Y dijo: Vuelve a meter tu mano en tu seno. Y él volvió a meter su mano en su seno; y al sacarla de nuevo del seno, he aquí que se había vuelto como la otra carne.
4:8 Si aconteciere que no te creyeren ni obedecieren a la voz de la primera señal, creerán a la voz de la postrera.